La historia nos
dice que todo comenzó con un florero. Era viernes - 20 de julio y día de
mercado- cuando un criollo fue a pedir prestado un florero. Un acto, en
apariencia efímero, desató un enfrentamiento entre criollos y españoles y
culminó en la independencia de Colombia.
Sin embargo, hoy
en día es claro que lo que sucedió este día no fue un hecho espontáneo como
aquellos que habían caracterizado la vida política colonial.
Fue la
consecuencia de varias circunstancias que sucedieron en cascada y desembocaron
en una gran rebelión del pueblo.
Los criollos
tenían razones de fondo, habían sido excluidos de la participación en altos
cargos políticos y la representación de las juntas era mínima. Esto los animó a
protestar contra el rey e hizo que los criollos por primera vez pensaran en la
posibilidad de crear un Estado- Nación.